4 Agosto: Café Barbas - Cabo Tafarit

En realidad el título debería ser:

4 Agosto: Café Barbas - Nouadhibou (y no porque nosotros lo quisiéramos así...sino porque simplemente: C'est L'Afrique)

La noche anterior recibo un sms de Antonio (desorganizador):

-Mañana debéis salir pronto para pasar cuanto antes la frontera con Mauritania.
(se le olvidó añadir: y que Alá os acompañe y Yoda os de fuerza, porque nos hubiese venido bien)

No lo suficientemente temprano, al parecer, metimos nuestras mochilas en los coches y pusimos rumbo al final de Marruecos y a que Mauritania, la policía, germandería y aduana de su frontera nos diesen una calurosa bienvenida.

África, a mi parecer, tiene unos misterios que la hacen impredecible.
Uno de ellos (los demás los iré destapando poco a poco) es que tan solo existe una frontera Marruecos-Mauritania y una carretera que lleva a ella; que está al pie del hotel donde dormimos.
Nos habíamos despertado pronto y pasamos un buen rato ordenando los coches, motos, papeleo, repostando junto al asfalto, y en ningún momento vimos circular ningún vehículo dirección Mauritania; lo cual hace que dentro de ti pienses:

-Que buenos somos!! Hemos madrugado y vamos a ser los primeros del día en pasar la dichosa frontera.

Y esa teoría va adquiriendo a cada kilómetro que recorres más cuerpo, ya que no rueda por la carretera ningún vehículo ajeno a la ''RAID''. Y el orgullo europeo continúa in-crescendo.


- Pero que buenísimos!! Madre mía!! A las 11:00 ya estamos en Mauritania seguro!!

Y pisas el acelerador mientras te recuestas en el asiento del coche, relajado, saboreando el triunfo que te espera. Reclinas la cabeza hacia el respaldo y vas visualizando lo poco de Marruecos que queda a derecha e izquierda mientras vas cavilando en que, tal vez, y como llegaremos tan pronto, sería buena idea una vez visto Cabo Tafarit, continuar y pasar noche en Nouakchott.

Y todo eso pasa...mientras en el horizonte frente a ti una mancha negra comienza a crecer y a coger forma de caravana de camiones, turismos, autobuses, furgonetas, motos...parados y con los conductores paseando por la carretera, charlando, tomando te...


Si por las noches la circulación de turismos es casi inviable debido a las carreteras maltratadas, a la falta de iluminación y a los pasos cebreados imaginarios que han confeccionados los dromedarios, cabras, vacas, etc...y esta mañana no ha pasado nadie por la carretera desde que nosotros estábamos guardando el equipaje...

-De donde ha salido toda esta gente??...o mejor dicho...
-Desde que hora de ayer lleva aquí esta gente??

LA RESPUESTA: NI IDEA

Ya en cola, adoptada de forma definitiva por la Mitsu y sus ocupantes y de nuevo rebautizada con el nombre de ''secretaire'' (''las fiches'' de las que en breve hablaré fueron las responsables de mi condecoración), solo quedaba bajar del coche, coger los pasaportes y empezar a gestionar papeles para ¿agilizar? los trámites.

1º El policía del cuartito al que entregas pasaporte y ficha rellena.
2º El gendarme que supervisa, en algunos casos, los coches.
3º La aduana
4º Los militares que re-supervisan todo lo hecho.

Solo 4 pasos y solo...5 horas para efectuarlos!!!

Algunos echaban largas siestas en los coches, otros desayunaban, otros (como el protugués) tenía largas charlas con un mauritano al que estaba remolcando hasta casa desde Barbás...

Y yo me encontré con el hijo de la familia saharaui-cubana, que de lejos me vio, vino corriendo hacia mí y de un salto se enganchó a mi cuello para darme un abrazo enoooooorme.

Ni libros, ni revistas, ni música...él (sin proponerselo) tuvo la capacidad de hacernos a muchos (y en especial a Juan, León, Andrés y a mí) el tramite más ameno.

Y las 14:00 por fin nos disponíamos a atravesar ''Tierra de Nadie'' (el tramo fronterizo entre el Sahara y Mauritania de unos 5km con un ''vacío de poder'', un cementerio de vehículos calcinados y atravesado por una angosta carretera bordeada de minas, herencia de la guerra entre Marruecos y el Frente Polisario).

Es, sin duda, el lugar más inhóspito por el que he pasado jamás.







Una vez pasada la ''pantalla'' (cruzar ese tramo me recordó mucho a pasar un nivel de un videojuego. Un tramo corto que no se parece ni a lo que acabas de dejar detrás ni a lo que te vas a encontrar delante), y pensando que en Mauritania los trámites irían más rápido nos dispusimos a seguir la rutina:

1º Los militares.
2º Gendarmerie en cuartito  + 10 euros por los servicios.
3º Aduana
4º Seguro de los vehículos.

  • Estos 4 pasos en moto: una hora aproximadamente.
  • Estos 4 pasos en turismos: 4 horas aproximadamente.
  • Que Andrés y Leon decidiesen esperarnos y sacrificar ver el ocaso en Cabo Tafarit: Loable
  • Que haciendo el último paso del último coche se pare el mundo, llegue la hora del rezo y nos hagan esperar más de 1/2 hasta que los funcionarios concluyan la oración: NO TIENE PRECIO.

Una vez finalizado el proceso de asimilación del ritmo africano y puesto que la noche estaba al caer, cambiamos el destino y nos desviamos a buscar cobijo en Nouadhibou (la ciudad más cercana a la frontera).



Allí...un albergue-hostal, una cena en el ''Restaurante Español'' y un momento surrealista cuando, al salir del restaurante, Juan, Pedro, León, Andrés y yo nos encontramos a Carlos (Portu) bajando del Patrol acompañado por el mauritano al que había remolcado y que les había correspondido invitándoles a cenar y pasar la noche en su casa. Carlos vestido íntegramente con una Darraa blanca (típica túnica amplia con bolsillos en el pecho) y El Haouli (turbante).

Por hoy...ya lo habíamos visto todo.


1 comentario:

  1. Ana, donde tus ojos y oídos europeos, no ven ni oyen nada………, y tú cuerpo descansa..….. Los demás……, que son de otro mundo……………, y mucho más sabios……………, se aprovechan de nuestras debilidades……………… ¡Hay que dormir en la cola de la frontera!...... para ganar ese día.

    ¡Encantado con tú crónica!

    ResponderEliminar

ir arriba